GLOBAL RECYCLE STANDARD: La certificación textil que busca una moda sostenible

certificado GRS

El Estándar Global de Reciclaje y la ropa sostenible

En 2012 Greenpeace publicó su informe “PUNTADAS TÓXICAS: EL DESFILE DE LA CONTAMINACIÓN” en el que explicaba cómo las fábricas textiles que abastecen a las grandes firmas de la moda mundial ocultan el rastro tóxico de sus procesos de fabricación. La conclusión es sencilla: la moda, como muchos otros aspectos de la sociedad consumista, no es sostenible al ritmo actual.

Desde entonces hasta ahora se ha avanzado, sobre todo en la creciente conciencia ecológica de la población. En el sector textil, las marcas ya están respondiendo a esa conciencia en favor del planeta y recurren a certificaciones que garanticen una factura de la huella climática más reducida.

Es el caso de la GRS GLOBAL RECYCLE STANDARD (Estándar Global de Reciclaje), una certificación internacional que garantiza y asegura el contenido reciclado que posee un producto, bien sea un producto terminado o uno intermedio, como podría ser el caso de un hilo para la fabricación de tela.

El certificado GRS

Nació en 2008 de la mano de Control Union Certifications, pero en 2011 fue transferido a Textile Exchange, quien lo ha desarrollado y actualizado desde entonces. Es un estándar de producto que abarca muchos aspectos que no son puramente productivos. Así, la certificación GRS extiende su verificación desde la producción, el impacto medioambiental y químico hasta las condiciones laborales que hay detrás de la fabricación del producto. Certifica la integridad final del mismo, asegurándose de que todos los procesos productivos en la cadena de suministro están controlados bajo las medidas adecuadas.

En el caso de la industria textil, están incluidas empresas de más de 50 países de todo el mundo que comprenden todos los procesos de producción, desde el hilado, el teñido, la costura o el tejido. El certificado GRS es tan exigente en sus procesos de rastreo y seguimiento, que utiliza sistemas similares a los empleados en la industria alimentaria, para garantizar una integridad del más alto nivel. De esta manera, los mecanismos de control y monitorización están presentes en toda la cadena de valor de los productos que son certificados con el Estándar Global de Reciclaje.

GRS: Un valor para las marcas que fusionan ecología y moda

Aunque la producción de hilos a partir de un cierto porcentaje de fibras recicladas en su composición posee una larga tradición productiva, bien es cierto que esos hilos obtenidos en el pasado eran utilizados en la fabricación de prendas cuyo valor añadido era muy bajo. Actualmente se ha avanzado mucho en la calidad del producto final, por lo que grandes marcas de la moda mundial comienzan a interesarse por estas materias primas a la hora de confeccionar sus prendas. La tela sostenible ya no es solo un valor de la “moda slow” o la “eco moda”, conceptos como sostenibilidad, ecología o conciencia climática están al alza, y el consumidor ha aprendido a mirar las etiquetas y distinguir las certificaciones que le garantizan que está comprando estos valores.

Las marcas que utilizan hilos fabricados bajo las directrices del Estándar Global de Reciclaje lo reflejan en sus productos y son cada vez más tenidos en cuenta. Comprar ropa sin explotación, prendas de vestir ecológicas está de moda y es una tendencia que va a ir en aumento y que certificaciones como la GRS van a ayudar a verificar. El objetivo de esta certificación es proporcionar marcas que fomenten la innovación en el uso de materiales reciclados, para favorecer el compromiso con las mejoras sociales y ambientales en la producción, así como recompensar este compromiso y crear una cadena de suministro más transparente y con una información para el consumidor mucho más completa.