Los problemas del medio ambiente más graves, aquellos que amenazan a los organismos vivos provocando cambios en su hábitat, modificando su comportamiento o incluso forzando su extinción están relacionados con la acción del ser humano. A pesar de ello, el camino hacia la concienciación medioambiental no tiene vuelta atrás. Las nuevas generaciones están creciendo con el germen del respeto por los animales y el medio ambiente.
Lograr un planeta mejor pasa por conocer los principales problemas que ponen en peligro el futuro:
DEFORESTACIÓN:
Los pulmones del planeta están en peligro por la progresiva destrucción de bosques, bien por la explotación maderera o por unas políticas de agricultura no sostenible que son muy nocivas.
SEQUÍA: Es curioso cómo en un planeta cuyo 70% de superficie es agua, tan solo el 2,5% es apta para el consumo humano. La demanda de agua está previsto que se dispare en las próximas décadas, convirtiéndose en un un bien de altísimo valor. Son muchos los países con graves problemas de enfermedades causadas por agua en mal estado. Enfermedades que en mucho casos podrían evitarse con solo tener la posibilidad de lavarse las manos. Sin duda el agua es un recurso que requiere un cuidado estratégico.
CONSUMO DESMEDIDO: La generación de residuos es otro grave problema. Las cifras de los países desarrollados son espectaculares. Es imperativo reducir el consumo de materias primas para disminuir el impacto en el entorno natural y adquirir hábitos de reciclaje.
CONTAMINACIÓN: La OMS (Organización Mundial de la Salud) habla con claridad de la relación entre las patologías cardiovasculares y respiratorias y los altos niveles de polución. Debemos caminar hacia cambios radicales en el transporte y la industria.
CAMBIO CLIMÁTICO: La Naturaleza ya está dando avisos frente a la deforestación y la destrucción de hábitats naturales, la industria y el consumo del mundo desarrollado.
CONTAMINACIÓN DE LOS MARES Y ACUÍFEROS: Relacionado con el resto de problemas, el consumismo, el plástico, las sustancias tóxicas derivadas de la industria, pesticidas o el petróleo suponen problemas que terminan trasladándose a nuestra propia cadena alimentaria.
La extinción de especies es una de las consecuencias más peligrosas y de efectos impredecibles, derivadas de todas las problemáticas descritas. Vivir en armonía con la naturaleza y legar un planeta sano están cada día en más agendas, marcados como como objetivo prioritario.
