Empecemos por el principio. Lo dela foto es pura manipulación. Persuasión es otra cosa.
Lo que vas a leer a continuación, todo o casi todo, es más adecuado para subir nota en un trabajo de clase que para aprender a persuadir.
A lo largo del texto encontrarás un camino para el que lee entre líneas. Un camino que te saca de aquí sin retorno. Solo para valientes.
Espero que, si es lo que deseas, lo encuentres.
Definición de texto persuasivo
Un texto persuasivo es un conjunto de enunciados escritos para que el lector adopte una acción o creencia, un pensamiento, una ideología, actitud o posicionamiento en relación a algo concreto.
El texto persuasivo
Es un texto redactado con una intención más allá de la mera información, y por tanto su eficacia puede medirse en base a su capacidad para generar una acción, opinión o idea en el público al que va dirigido.
El texto persuasivo utiliza recursos lingüísticos y técnicas diseñadas para modificar opiniones, creencias o concepciones del lector. Utiliza la función apelativa o conativa en la medida en la que busca una respuesta o reacción de este. También está muy presente el uso del modo imperativo, dando órdenes de acción al receptor y el modo vocativo, cuando se le nombra o llama.
Estos textos son muy comunes en el ámbito publicitario, donde se utiliza el la persuasión para vender un producto. También es muy utilizado en el mundo político o académico. De hecho, es en los ámbitos publicitarios y políticos es donde la medición de eficacia adquiere más importancia.
El estudio de la persuasión da para una vida entera y sus caminos transitan por líneas muy delgadas. Los lindes entre la información, la persuasión y la manipulación no siempre son claros y precisamente en esta opacidad radica parte de su eficacia.
Es importante destacar que persuadir forma parte de la interacción natural, no solo entre humanos sino también entre especies diferentes. Desde el maullido de un gato que quiere su comida al color de una flor que atrae una abeja encontramos ejemplos de persuasión.
Características de un texto persuasivo
A la hora de hablar de sus características surgen múltiples enfoques. Uno de ellos distingue entre forma y contenido. Un nivel formal o externo donde encontramos estructuras y recursos muy marcados y un nivel interno, donde la estrategia del contenido está orientada a un fin concreto.
Nivel externo o formal
1.- Gancho: un inicio que capta la atención
Es una característica fundamental de cualquier texto que pretende persuadir. Un comienzo atractivo es la llave al resto del contenido, que suele estructurarse en diferentes etapas que van adentrando al lector en la búsqueda del objetivo.
2.- Texto icónico verbal que combina palabra e imagen
Se emplea una combinación de frases poderosas (aspecto verbal) e imágenes, gráficos o tablas (aspecto icónico) que las apoyan. Los enunciados son cortos, con párrafos bien separados que contienen ideas sencillas y claras.
3.- Elementos paralingüísticos para una comunicación efectiva
Facilitan el intercambio de información mediante recursos como emoticonos o recursos tipográficos que ayudan a matizar el contenido. Con ellos se tiene la capacidad de comunicar el “cómo se dice” y complementar así el significado.
Nivel interno
1.- Estrategia argumentativa
El conjunto de enunciados que componen un texto persuasivo se organizan en forma de argumentos interrelacionados e interdependientes, con el fin último de dirigir la conducta o el pensamiento del lector en un proceso argumentativo.
2.- Presentación de argumentos racionales
Aunque las decisiones son emocionales, en el proceso de persuadir se utilizan la argumentación racional, datos y elementos objetivos que validan y demuestran los postulados expuestos.
3.- Apelación emocional
Aunque formalmente pueden utilizar un argumento racional, nunca se pierde de vista el aspecto emocional. Se busca impactar a través de argumentos emotivos de carácter abstracto como los miedos, los deseos o los valores.
4.- Recursos lingüísticos estratégicos
La retórica persuasiva echa mano de un gran número de recursos lingüísticos, como la cuidada elección del vocabulario y una sintaxis estratégica.
Otros aspectos que caracterizan a un texto que busca persuadir son:
Extensión: puede ir desde una sola palabra en un slogan hasta miles de palabras en una página de ventas de una web. De hecho, un libro entero puede ser un texto que trate de persuadir al lector en un sentido u otro.
Recursos: entre los recursos empleados de un texto que persuade encontramos la seducción, la invitación o la promesa si atendemos a aspectos emocionales. Las pruebas o las demostraciones trabajan el aspecto racional. Su diseño trata de ser atractivo para el público objetivo, por lo que se empea un lenguaje cercano a éste y todo tipo de recursos más allá de lo lingüístico como gráficos, iconos, fotografías…
Tipos de texto persuasivo
Un texto que persuade no pertenece a ninguna categoría académica concreta. Más que un tipo de texto hablamos de una intención, por lo que podemos encontrar persuasión en casi cualquier clasificación formal.
Editoriales: Son comunes en prensa y se enfocan desde la opinión, por lo que la subjetividad del escritor es el vector que dirige el discurso. Con intención o sin ella, un artículo de opinión utiliza elementos propios de la escritura persuasiva para trasladar sus udeas al lector.
Publicaciones científicas y académicas: Aunque la persuasión siempre se mueve en el plano emocional, los textos de índole científica se sirven de argumentos lógicos, con base empírica y razonamiento lógico para exponer sus tesis. Esta aparente falta de emocionalidad no implica que su estructura y meta final no sea la de persuadir al lector en relación al tema expuesto.
Publicidad: El área persuasiva por excelencia, donde los anuncios tratan de persuadir de forma clara. En realidad no son más persuasivos que otro tipo de texto, sencillamente son más claros en su intención.
Propaganda. En relación con el punto anterior, la propaganda trabaja de una forma menos evidente, aunque la intención de instalar ideas o creencias en la población hacen que los textos propagandísticos tengan grandes dosis de elementos persuasivos. Con frecuencia se recurre a promesas, y argumentos emocionales. La posverdad es un claro ejemplo del uso persuasivo del texto.
Uso de los textos persuasivos
Textos persuasivos en el ámbito académico
El ensayo es un género literario didáctico que va desde la exploración y el análisis hasta la interpretación y evaluación de un tema. Suele ser de carácter dialógico y se apoya en argumentos que sostienen las tesis expresadas.
En el ensayo, tanto si es literario, filosófico o educativo, se puede persuadir dirigiendo al lector hacia una idea o un enfoque concreto mediante un tipo de discurso científico.
Textos persuasivos en el ámbito de la comunicación y la política
La comunicación comprende muchas áreas y en todas ellas se utiliza la persuasión en mayor o menor medida. Desde un texto periodístico, donde se generan corrientes de opinión, hasta la comunicación política, donde claramente se dirige la intención de voto. Es precisamente la retórica, como el arte de convencer, la disciplina que aparece en el origen de la política. Sus discursos argumentativos se siguen utilizando en la actualidad.
La comunicación corporativa externa, en la que se busca instalar valores e ideas en el público objetivo de una compañía. Así como en la comunicación interna, donde se trabaja en la adquisición de un ideario por parte de la plantilla para aumentar su motivación y nivel de compromiso con la empresa.
Las campañas públicas también utilizan técnicas persuasivas en sus textos con el objetivo de educar o modificar conductas sociales que conduzcan a una mejora de la sociedad.
La publicidad es el terreno donde más fácilmente identificamos un texto escrito desde la persuasión. Los objetivos que persigue la persuasión publicitaria en una acción concreta son múltiples, aunque en último término se busque vender un producto o servicio.
Ejemplos de texto persuasivo
Ejemplos de texto persuasivo publicitario
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Ejemplo de texto persuasivo corto para niños
Los mecanismos de persuasión en los niños funcionan de forma similar que en los adultos. Cambian el lenguaje, los códigos visuales o los referentes.
Algunas técnicas, como el uso del miedo, tienen un poderoso efecto en los de menor edad, por su dificultad para evaluar una situación y por la confianza ciega en los adultos.
Detrás del hombre del saco hay técnicas que son usadas en niños y adultos, tanto para persuadir como para manipular.
Los expertos desaconsejan el uso del miedo y apuestan por técnicas que refuercen la confianza en ellos mismos.
En este caso, un ejemplo sería una técnica muy utilizada a todos los niveles. Consiste en atribuir al niño un estatus o una reputación que le provoquen el deseo de mantener:
«Me han dicho que eres la niña que mejor se porta en el cole…»
«Te pregunto esto a ti porque sé que te encantan las ciencias…»
Texto persuasivo, ejemplos cortos
Un eslogan es un ejemplo claro de un texto que busca persuadir. Puede ser tan corto como una sola palabra:
1. Haz que pase
2. El único que es único.
3. Todo el mundo tiene un Volkswagen, al menos en la cabeza.
4. Just do it
Persuadir y manipular
La línea que separa ambos conceptos es fina pero clara. Formalmente es más difícil separarlas. Para distinguir ambos conceptos hemos de adentarrnos en el terreno de la intención.
Cuando manipulas, fijas un objetivo basado en tu propio beneficio. Cuando persuades estás incluyendo en la ecuación un beneficio para la otra persona.
En el caso de un padre que persuade a su hijo, lo habitual es que busque, de forma genuina, un objetivo que es bueno para el niño. Trata de convencerle de algo que beneficiará a su hijo y en consecuencia a él mismo como padre.
En el mismo ejemplo, lo manipularía cuando el único beneficiado es el padre.
En el caso de la foto principal de este artículo hablaríamos de manipulación, ya que el final del insecto que se ve seducido por la planta no le proporciona ningún beneficio.
En el caso de la pedicura con peces, por ejemplo, se produce un intercambio valioso para ambos, pero quien inicia la persuasión es quien mete los pies.
