MITOS SOBRE LA ADOPCIÓN NACIONAL

Vicente Molina con su marido Óscar y sus hijos

Año 2020, en la consulta de urgencias.

Un padre (luego te digo quién es) lleva a su hijo, que es adoptado, con la cara inflamada por una picadura.
Ni el profesor de rugby de la Abeja Maya, vamos.

Todavía no sabe si su hijo es alérgico.
¿Y de su posible herencia genética?, lo mismo.
Es adoptado.

La doctora pregunta por antecedentes de intolerancias en la familia.
El padre (¡Que sí!, que te diré su nombre) responde tan natural como el agua de Benasal:
-”Los desconozco, porque Sergio es adoptado”

La doctora les mira como al que enseña el culo en la caja del super, y suelta:
-”¡Qué claro lo dices!, esas cosas se suelen esconder”.

Esas cosas.
Ser adoptado.
Se esconde.

Bien. Para un momento.
Imagina a un niño pequeño, de 5 años. 
Una doctora, que es del bando de los buenos, le dice a la cara de su papá que “eso”, que es él, “eso” se suele esconder.

Es un niño.
Es pequeño.
Es adoptado (Sí, y más veces que lo diré).

1 minuto de silencio.
(Que cada cual canalice esto como pueda).

A este padre, que no es de pegar a los médicos, no le quedó otra que mirar a Sergio con complicidad y decir:
-”¿Escondernos? ¿Por qué tenemos que escondernos?”.
Al tiempo que se atornillaba el dedo en la sien con una mueca de locura graciosa.

Esta es solo una de las pequeñas grandes luchas a las que se ha enfrentado el papá de nuestra historia. Luchas invisibles para los que solo paseamos por la orilla de realidades como la adopción, la educación en familias homoparentales o la homosexualidad.

El padre de nuestra historia no es otro que Vicente Molina, de la cuenta de Instagram Nuestro Hilo Rojo. Te suena, ¿verdad?

Si ya has navegado en busca de información sobre la adopción nacional, te habrás topado seguro con él. (Si no, por aquí te dejo todo lo que debes saber).

Si te planteas adoptar, no hay mejor forma de empezar que eliminando barreras. 

En este artículo, Vicente desmonta algunos mitos y bulos sobre la adopción que pueden paralizarte en la primera fase, en la que todavía está arrancando el motor de la ilusión.

No es la típica lista de “copia y pega”. 

Sus palabras se nutren de la experiencia propia al adoptar dos hijos en una familia homoparental y de las cientos de familias con las que intercambia vivencias, y a las que ayuda desde Nuestro Hilo Rojo, la cuenta que comparte con su marido Óscar en Instagram.

10 MITOS SOBRE LA ADOPCIÓN NACIONAL:

1- Se dice que existen menos oportunidades para adoptar nacionalmente en las familias homoparentales/monoparentales. Esto es FALSO, los procesos de adopción son exactamente iguales para todos. 

2Uno de los mitos que más se escucha es que la adopción nacional es cara. También es FALSO, ya que es tan gratuita como contemplar el arcoiris una tarde de primavera. 

3- Escucharás que necesitas tener un nivel económico alto para poder adoptar. Tan FALSO como los dos anteriores. Si tienes una estabilidad básica, normal, es suficiente. Lo que sí es importante es tu estabilidad emocional, mucho más que la económica.  

4- Otro clásico es el de: “Hay más familias adoptivas que niños para adoptar”. FALSO y MÁS FALSO.  Hay infinidad de niños con NNEE (necesidades especiales) que la gente ignora que están ahí esperando a darte toda la felicidad que puedes esperar, y más. Si buscas un niño completamente sano hay que ponerse a la cola, esperar y esperar. 
En Valencia, por ejemplo, hay muchos niños con alguna patología sencilla de manejar, que no supone ningún sobreesfuerzo por parte de las familias adoptivas.

5- En cuanto a los plazos de tiempo, es cierto que son largos de forma general, pero con matices. Varían mucho en función de la comunidad autónoma y de la personita que el adoptante esté dispuesto a adoptar. Es decir, si un adoptante quiere un bebé (entendiendo bebé 0-1año), sano y sin complicaciones, ¡toca esperar!

Si amplias rango de edad del adoptado,  si te “abres” a la adopción de algún nene o nena con alguna patología es mucho más rápida. Pero ojo, una patología puede ser simplemente un niño prematuro (por ejemplo en la Comunidad Valenciana ), incluso puedes indicar a partir de que semana de nacimiento estas dispuesto a adoptar.

En resumen, matizando, los plazos de la adopción dependen de la cantidad de solicitantes que existan y de la solicitud que se haga del menor. No es algo fijo. 

6- Los niños con necesidades especiales NO suponen, en la mayoría de los casos, ningún trabajo extra para los padres. Aquí depende lo que cada comunidad autónoma entienda por necesidad especial. Hay que informarse de este punto. Por ejemplo, dentro de la Comunidad Valenciana, se entiende por necesidad especial un niño con asma, o celiaco, ¿supone esto un “trabajo extra”? Y créeme, por tu hijo harás eso que puedas imaginar y más, mucho más.

7- Otro mito es el de que los niños adoptados siempre muestran dificultades comportamentales. FALSO. Todo niño adoptado es un niño herido emocionalmente. Sí,  pero precisamente la adopción se crea con el fin de proporcionarle un entorno seguro que cuide esas heridas. Su pasado es importante, pero más lo es su presente y la gestión que se haga de sus necesidades.

8.- Con amor es suficiente. FALSO. Aunque el amor es imprescindible, para educar adecuadamente a cualquier niño no es suficiente con quererlo. Esto nos sirve para hijos biológicos o adoptados. Hay que aplicar criterios educativos correctos, hay que contar con una adecuada estabilidad emocional y, en el caso de los niños adoptados, hay que ser especialmente sensible a sus necesidades.

9.- Los niños adoptados deben ser tratados como cualquier otro niño. FALSO. Los niños adoptados son, ante todo, niños. Pero en ciertos momentos pueden mostrar unas necesidades propias de su condición adoptiva que requerirán de un tratamiento diferencial respecto a los niños no adoptados. Nos referimos, por ejemplo, al hecho de saber que son adoptados y gestionar las emociones derivadas de ese conocimiento.

10.- Saber que tiene dos familias (la de origen y la adoptiva) crea una gran confusión en los niños. FALSO. Todo depende de la explicación que les ofrezcamos, pero los niños son mucho más capaces de entender su doble pertenencia que los mayores de aceptarlo.

Si tenéis cualquier duda podéis contactar con Vicente a través de la cuenta de Instagram de Nuestro Hilo Rojo. Os prometo que será una experiencia.

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