BIENESTAR PORCINO
A medida que crece el nivel cultural de la población, crece también el arraigo del concepto “bienestar animal”, tanto en las relaciones con las mascotas como en relación al trato que reciben los animales destinados al consumo humano en las explotaciones ganaderas o de acuicultura. En los últimos años se han disparado las tendencias relacionadas con la preocupación por el binestar animal. Desde el vegano que directamente no quiere sentirse partícipe de la industria ganadera hasta el consumidor que asume una conciencia más responsable en relación a los alimentos, y a cómo son los procesos que permiten que estos lleguen al lineal del supermercado.
En este caso, llevados por el famoso “del cerdo, hasta los andares”, nos centramos en el sector porcino, aunque mucha de la información es válida para la ganadería en general.
DIFERENCIA ENTRE SALUD Y BIENESTAR
Aunque parezca obvia la diferencia, cuando hablamos de salud en un sentido estricto nos referimos sencillamente a “ausencia de enfermedad”, pero el concepto bienestar engloba un espectro mucho más amplio de aspectos que van desde el social o emocional hasta la propia salud. En la ganadería se contemplan una serie de principios que definen claramente todos estos aspectos.
DEFINICIÓN DE BIENESTAR ANIMAL: PRINCIPIOS Y NORMAS
La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) que nació a partir de un convenio internacional firmado por 28 países en 1924 ha establecido unos principios que han servido de base para futuros desarrollos de normativas y leyes en diferentes países.
Según estas normas internacionales, el bienestar animal comprende “el estado físico y mental de un animal en relación con las condiciones en las que vive y muere”.
La misma OIE establece sus llamadas “CINCO LIBERTADES” para los animales terrestres. Estos puntos son derechos que están en manos del hombre y su cumplimiento es responsabilidad de quienes manejan animales. Fueron enunciadas en 1965 y han sido reconocidas universalmente, de manera que las normativas posteriores las tienen como punto de partida:
1.-Los animales deben vivir libres de hambre, sed y desnutrición.
2.-Libres de temor y de angustia.
3.-Libres de molestias físicas y térmicas.
4.-Libres de dolor, lesiones y enfermedades.
5.-Libres de manifestar un comportamiento natural y propio de su especie.
CERTIFICADO DE BIENESTAR ANIMAL: LA GARANTÍA PARA EL CONSUMIDOR RESPONSABLE
En este punto es donde el consumidor preocupado por cómo es el trato de los animales en las granjas se encuentra con todo el desarrollo de los protocolos de bienestar animal. Las certificaciones son la manera que tiene la industria para informar sobre los procesos que se emplean en todas las fases del manejo, desde el transporte al sacrificio, alimentación, cuidado, etc.
El marco de la Welfare Quality® es la referencia de certificaciones como la de IRTA, AENOR o la IAWS específica del sector porcino, cuyas etiquetas en los productos certifican las buenas prácticas en el manejo de los animales, desde su nacimiento hasta que se incorporan a la cadena alimentaria.
INDICADORES DE BIENESTAR ANIMAL : El Welfare Quality® y los Principios y Criterios de bienestar de los animales de granja
En el ámbito europeo, entre 2004 y 2009 se desarrolló el proyecto Welfare Quality®, para dar respuesta a las demandas sociales en materia de bienestar animal. Entre sus varios objetivos estaba integrar el bienestar animal en la cadena de calidad alimentaria, desarrollando protocolos de evaluación y creando sistemas para transmitir al consumidor las características de los alimentos en relación al bienestar de los animales. Participaron 40 instituciones de 15 países, entre ellas dos españolas: la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y el Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA). Este proyecto sería la semilla de la actual Welfare Quality Network, que fundada por muchos de los antiguos.
Se desarrolló un protocolo basado en la observación directa de los animales en la granja y se establecieron 4 principios y 12 criterios para evaluar el bienestar animal. En el caso del porcino, por las diferencias de emplazamiento y del tipo de animal, se han llegado a desarrollar tres protocolos distintos: uno para cerdas y lechones en granja, otro para cerdos de engorde en granja y otro para cerdos de engorde en matadero.
Los 4 principios y 12 criterios de la Welfare Quality®:
Buena alimentación
1.- Ausencia de hambre prolongada.
Los animales no deben sufrir hambre prolongada y deben tener una dieta adecuada suficiente en cantidad.
2.- Ausencia de sed prolongada. Los animales no deben sufrir sed prolongada y deben contar con un suministro de agua suficiente, accesible y potable.
Buena vivienda
1.- Comodidad en el descanso: Los animales debe tener comodidad para descansar.
2.- Confort térmico: Los animales deben estar en un ambiente de confort en relación a la temperatura, es decir, no deben tener demasiado calor o demasiado frío.
3.- Facilidad de movimiento: Los animales deben tener suficiente espacio para moverse libremente.
Buena salud
1.- Ausencia de lesiones, excepto las debidas a enfermedades e intervenciones terapéuticas o preventivas. La mortalidad neonatal en lechones estaría incluida en estas excepciones. Los animales deben estar libre de lesiones físicas.
2.- Ausencia de enfermedad: Los animales debe estar libres de enfermedades (así como mortalidad neonatal y mortalidad relacionada con el transporte), es decir, los agricultores deben mantener unos altos estándares de higiene y cuidado.
3.- Ausencia de dolor en los procedimientos de manejo: Los animales no deben sufrir dolor generado por un manejo inadecuado, incluyendo el sacrificio, el aturdimiento o procedimientos quirúrgicos como la castración.
Comportamiento apropiado
1.- Expresión de comportamiento social: Los animales deben manifestar expresiones sociales normales, no dañinas y presumiblemente positivas. comportamientos, por ejemplo forrajeo, aseo personal.
2.- Expresión de conductas relacionadas con el bienestar: Los animales deben manifestar los comportamientos normales, no dañinos, propios de cada especie
3.- Buena relación humano-animal: se trata de que los animales tengan un miedo reducido a los humanos y de esta forma puedan ser correctamente manejados en todas las situaciones y procesos. Las personas que se encarguen de este manejo deben promover esta buena relación.
4.- Estado emocional positivo: enlazando con el punto anterior, deben evitarse las emociones negativas como el miedo, la angustia, la frustración y la apatía. Deben promoverse los estados emocionales positivos como la seguridad, la comodidad o la satisfacción.
