En el terroir de la bodega Valtravieso está la clave de la marcada personalidad de sus vinos. El suelo calizo de su finca, ubicada en un páramo a casi mil metros de altura y el clima extremo, con una fuerte amplitud térmica, vientos constantes y escasa pluviometría, trazan su carácter singular y totalmente diferenciado de otras zonas de la Ribera del Duero.
El resultado son vinos de altura, con una personalidad y estilo únicos en la zona, elegantes, de acidez natural, con toques minerales y frescos. «Gracias a tener el viñedo en altura logramos una expresión más nítida de la fruta, con una mayor elegancia y sutileza”
En Valtravieso cuidan su viñedo de forma ecológica, a través de un trabajo manual, con el máximo respeto y la mínima intervención posible, sin herbicidas ni insecticidas, y seleccionando en el propio viñedo la mejor calidad de uva. Vinifican y crian cada parcela por separado, para obtener la máxima expresión varietal.
Su respeto por la uva y la propia personalidad de la tierra se expresa en la búsqueda obsesiva de los procesos que permitan conservar la frescura, acidez natural y mineralidad que aporta el páramo. Ni siquiera la madera debe enmascarar este carácter tan singular de su terroir.
«La madera no
Ricardo Velasco Pla, Director Técnico y Enólogo de Valtravieso
debe enmascarar
la personalidad
de la uva y singularidad
de nuestro terroir»